viernes, 3 de septiembre de 2010

La vicuña

Las vicuña (Vicugna vicugna) son los camélidos más pequeños, pesan entre 40 y 50 kg y tienen una longitud de 80 cm. Son silvestres. Su color es beige o vicuña (marrón claro rojizo) en el lomo y blanco en la zona ventral y las patas, con variaciones dependiendo de las zonas geográficas donde habitan. Las poblaciones norteñas son más oscuras y tienen un mechón en la parte delantera de pelos largos y blancos (mechón pectoral). Las vicuñas tienen las patas con almohadillas y la fibra de su lana es la más fina del mundo. Su distribución se limita a la puna, a más de 3.200 msnm. Las vicuñas habitan las altiplanicies cuyo clima es frío y seco. Son herbívoras y se alimentan de las plantas de la estepa puneña. Otros animales que también se alimentan en estas estepas son los ñandues, la vizcacha, la chinchilla y otros camélidos (guanacos, llamas y alpacas). Las vicuñas están muy adaptadas al ambiente donde viven, ya que son los herbívoros silvestres nativos del continente americano más importantes en ese ecosistema. Por su forma de alimentarse se les ha denominado “pastoreadores de bajo impacto”, lo que significa peligro la posibilidad de recuperación de las pasturas. A diferencia de los camellos, las vicuñas son “bebedoras obligadas”, en todos los días, por lo que generalmente viven cerca de los ríos o de lagunas. Los pobladores de la Puna aseguran que las vicuñas tienen dueño: ellas son el ganado de la Pachamama, la madre tierra, y tienen su propio pastor, Coquena.

 
En los altiplanos andinos viven cuatro especies de camélidos de los cuales la vicuña es la más pequeña de sus representantes y la única, junto con el guanaco, que permanece en estado salvaje. Vive a grandes altitudes, siempre por encima de los tres mil quinientos metros, en las regiones que se conocen con el nombre de Puna.

Las vicuñas viven, como otros muchos ungulados sociales, en rebaños separados por sexos, por un lado los machos y por otro las hembras y las crías dirigidas por un macho dominante. Lo normal es que los rebaños de machos solteros sean más numerosos. Durante la época de celo el puesto de macho dominante es muy codiciado y entonces surgen las disputas entre ellos. Estas consisten en una sucesión de golpes, coces y mordiscos hasta acabar con la huida de uno de los dos contendientes.

Los partos de las vicuñas están compuestos por un solo recental que es capaz de incorporarse y desplazarse con soltura a las pocas horas de nacer. Llegados a los diez u once meses de edad, los machos son expulsados del rebaño y forman nuevos grupos de machos solteros.

 
La vicuña es una especie en peligro de extinción, debido a la caza sistemática y a un elevado índice de mortalidad infantil e incluso prenatal, lo que impide que las poblaciones se regeneren. Es el único ungulado que tiene incisivos de crecimiento continuo. Su lana, extremadamente suave, es la más cotizada del mundo y ha sido una de las causas de la desaparición de la mayor parte de sus poblaciones.

1 comentario: